miércoles, octubre 22

Ignorantes y/o culpables

Informa el CIJ que un juez de la Corte Suprema de Justicia de la Nación fue distinguido con el título de Doctor Honoris Causa por la Universidad Católica de Salta.

La UCASAL así lo anuncia con bombos u platillos.

Desde este rincón queremos recordar a las autoridades de dicha universidad que el Dr, Lorenzetti suscribió varios fallos en los que se reconoce el derecho al aborto o el derecho a abortar y es un celoso guardián del derecho de las víctimas de la violencia sexual a quitar la vida de sus hijos.

No creo que las autoridades de la Universidad desconozcan estas circunstancias

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Gran Canciller
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Rector

En caso de ignorar esta circunstancia, nos encontraríamos frente a un caso -de manual- de ignorancia culpable.

Los perlados mencionados podrían haber recurrido al Instituto de La Familia y la Vida Juan Pablo II para evaluar si el miembro de la corte es merecedor de esta distinción.
 
Quizás su Directora:
Dra. Rosa Zacca
O su 
Secretaria:
Lic. Fanny Arrieta de Peyrote
o su Coordinador de Actividades Académicas:
Mgs. Daniel Torres Jimenez
Incluso alguno de sus Docentes:
Lic. Roxana Laxi de Grosso
Lic. Claudia Ruiz de Morales
o con solo preguntar en el Área de Planificación Familiar Natural y la Consultoría Joven coordinada por María Paula Villagrán Macías


Estos pastores se hubieran enterado que el Dr. Lorenzetti ordenó "a las autoridades de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, con carácter urgente, que ante el pedido de realizar el aborto no punible de que se trata, deberán proceder a la práctica con prescindencia de la resolución judicial que suspendió su realización." (sic)

O también podrían haber recordado que está penado con la excomunión "el procurar o participar en un aborto o la cooperación necesaria para que un aborto se lleve a cabo (CIC 2272, Ley Canónica 1398).

Pero...

... nada, nada

No dije nada.

lunes, octubre 13

De lobos y pastores contra los perros guardianes

Hace tiempo conocí el Opus Dei

Poco tiempo después conocí a Monseñor Rogelio Livieres.

Mas tarde, me contaron una fábula que consideré exagerada a primera oída.

Pero pasaron las décadas y la volví a oír. Esta vez entendí cuán premonitoria resultó la historia del Pastor que mató al perro guardián creyéndolo lobo.

Vaya aquí una adaptación impertinente, pero necesaria

¿Cuando un perro guardián odia a los lobos e incluso los mata, es traidor a su casa?

Parece claro que no, pero ¿por qué el Pastor no se aplica a defenderlo, aunque se haya puesto cerril?


Muy simple, no confiaba en su triunfo, preveía el triunfo de los lobos. Y entonces empezó a negociar con los lobos, les dio una “media palabra”. Y claro, como el perro guardián se había hecho cerril, desconfiando de la palabra del Pastor, éste pudo decir sin falsedad manifiesta: “ése no es de los nuestros”.


Y así es que cuando el perro guardián cerril cayó,  fue despedazado los lobos comenzaron a avanzar sobre el rebaño, vestidos ahora con piel de oveja, y llevando en alto los despojos del guardián cerril.


Todavía había perros guardianes que vigilaban fuera de los límites del redil. Pero a cada gruñido de cualquiera de los perros guardianes que quedaban con vida, y que guardaban aún el olfato para distinguir al lobo bajo la piel de oveja, agitando los despojos del perro cerril, propalaban los lobos: “éste es el lobo, y todo aquel que se parezca a él es lobo”.



Y el Pastor —como todo aquel que, habiendo traicionado una vez, sigue traicionando— hacía coro a las voces de los lobos. Y añadía: “todo el que parezca oveja, es oveja”. Todo el que tenga olor a oveja es oveja y es pastor.

Y uno a uno, en una sucesión que coincidía con su parecido decreciente al guardián cerril, fueron cayendo los guardianes. Y simultáneamente con la caída progresiva de los guardianes, cada vez menos parecidos al primer traicionado —y por eso también, menos carniceros, menos aptos para la lucha— los lobos iban descubriéndose de la piel embaucadora. Cada vez parecían menos verdaderas ovejas, cada vez se manifestaba mejor su naturaleza de lobos.


Pero el Pastor —como aquel que, habiendo traicionado una vez, ya sigue traicionando— gritaba con más fuerza: “¡Todo aquél que se parezca a aquel primero, por poco que sea, es lobo; y todo aquel que parezca oveja, por poco que sea, es oveja”. Y debilitando así las defensas de los guardianes, ayudó el Pastor a eliminar a los que eran defensas del rebaño.

Y el rebaño está hoy amontonado en una esquina del redil, adonde ya ha entrado el Lobo, y se arremolina desorientado, acoquinado, espantado ante la mirada del Lobo, que ahora se muestra impúdicamente.
Y se prepara para el asalto y la carnicería, para el destrozo de las almas.
¡Ay del rebaño!
¡Ay, Pastor, a quien se pidió amor a las ovejas! ¿Volverás a apacentar?
Oye, al menos hoy, a tu Maestro, y “una vez convertido, confirma a tus hermanos”: denuncia al Enemigo.

lunes, septiembre 29

Sin centro.



"La figura de la cruz puede ayudar a comprender la diferencia que existe entre el complementarismo y la oposición: hemos visto que la vertical y la horizontal podían tomarse como representando dos términos complementarios; pero, evidentemente, no se puede decir que haya oposición entre el sentido vertical y el sentido horizontal. Lo que representa claramente la oposición, en la misma figura, son las direcciones contrarias, a partir del centro, de las dos semirectas que son las dos mitades de un mismo eje, cualquiera que sea este eje; así pues, la oposición puede considerarse igualmente, ya sea en el sentido vertical, ya sea en el sentido horizontal. Se tendrán así, en la cruz vertical de dos dimensiones, dos parejas de términos opuestos formando un cuaternario; será la misma cosa en la cruz horizontal, cada uno de cuyos ejes puede considerarse como relativamente vertical, es decir, como desempeñando el papel de un eje vertical en relación al otro,...

Si no se considera más que la cruz horizontal, el eje vertical está representado en ella por el punto central mismo, que es donde el eje en cuestión encuentra al plano horizontal; así pues, todo plano horizontal, que simboliza un estado o un grado cualquiera de la existencia, tiene en este punto que puede llamarse su centro (puesto que es el origen del sistema de coordenadas al que todo punto del plano podrá ser referido) esa misma imagen de la inmutabilidad....

El centro de la cruz es pues el punto donde se concilian y se resuelven todas las oposiciones; en este punto se establece la síntesis de todos los términos contrarios, que, ciertamente, no son contrarios más que según los puntos de vista exteriores y particulares del conocimiento en modo distintivo.

René Guénon
EL SIMBOLISMO DE LA CRUZ
(1931)

sábado, agosto 9

Trabajo infantil



¿Acaso no es evidente que es necesario mucho empeño, mucho ahínco, para acceder a la verdad en materia religiosa? Y, por otra parte, ¿no resulta habitual que aquellos que disponen de mayores talentos intelectuales se inclinan a dispensarse del necesario trabajo y se ven más tentados de indolencia? 
¿No lo vemos acaso en el caso de los niños——que cuando más inteligentes, son más perezosos precisamente porque confían en su propia habilidad y capacidad de comprensión?
Y sin embargo, por cierto que en el mundo esto resulta continuamente olvidado. En cierta medida esto se olvida incluso entre los mejores cristianos ya que ningún hombre busca averiguar cuál es la Voluntad de Dios y seguirla con un empeño que esté a la altura de la empresa, con un ahínco a la medida de la importancia de su objeto. Pero, por no caer en rigorismos, consideremos por un instante con cuanto afán los hombres por lo general se abocan a obtener los bienes de este mundo; y comparémoslo con la intensidad con que buscan conocer la verdad de la palabra de Dios. 
Innegablemente entonces, así como Dios nos dice que El no se revela sino a quién lo busca, del mismo modo tan cierto es esto que si no ponemos mayor afán en buscarlo a Dios es precisamente porque esta verdad no nos ha hecho mella.
No hay ilusión más extendida que ésta de que obtendremos conocimientos religiosos naturalmente, sin tomarnos demasiado trabajo.
Aunque no hay arte o negocio de este mundo que se pueda aprender sin tiempo y esfuerzo, sin embargo comúnmente se cree que el conocimiento de Dios y de su Voluntad nos será revelado como por accidente o por un proceso natural.
Los hombres se comportan según sus sentimientos e inclinaciones; se dejan guiar por aquello que está de moda o que está más al alcance de la mano. 
Les parece gran cosa si de vez en cuando tienen pensamientos serios, si de vez en cuando abren la Biblia; y con gran satisfacción rememoran aquellas ocasiones como si hubiesen hecho una gran cosa sin recordar jamás que buscar y obtener verdades religiosas requiere un trabajo largo y sistemático. 
Y luego están aquellos otros que creen que la educación lo hará todo por ellos, y que si aprenden a leer y a utilizar palabras religiosas, comprenderán qué cosa es la religión. Y más aun, hay quienes sostienen que no es necesario esfuerzo alguno para acceder a la verdad. 
Dicen que la verdad religiosa es sencilla y fácil de adquirir; que las Escrituras, habiendo sido destinada a todos, resultan igualmente fáciles de aprehender por todos, que no tiene dificultades y que si las tuviera no sería Palabra de Dios para todos. 
Por último hay quienes admiten que sí hay dificultades en religión y que justamente eso demuestra que resulta indiferente el que uno se ponga o no a tratar de desentrañar esos peliagudos asuntos.
De estas y de otras maneras los hombres se engañan en esta materia dejándose llevar por la dejadez.

J. H. Newman

lunes, junio 2

Doctrina Papal sobre Derecho Penal y Criminología






"la pena que la sociedad impone « tiene como primer efecto el de compensar el desorden introducido por la falta».46 

La autoridad pública debe reparar la violación de los derechos personales y sociales mediante la imposición al reo de una adecuada expiación del crimen, como condición para ser readmitido al ejercicio de la propia libertad. De este modo la autoridad alcanza también el objetivo de preservar el orden público y la seguridad de las personas, no sin ofrecer al mismo reo un estímulo y una ayuda para corregirse y enmendarse. 47

Es evidente que, precisamente para conseguir todas estas finalidades, la medida y la calidad de la pena deben ser valoradas y decididas atentamente, sin que se deba llegar a la medida extrema de la eliminación del reo salvo en casos de absoluta necesidad, es decir, cuando la defensa de la sociedad no sea posible de otro modo. Hoy, sin embargo, gracias a la organización cada vez más adecuada de la institución penal, estos casos son ya muy raros, por no decir prácticamente inexistentes.

De todos modos, permanece válido el principio indicado por el nuevo Catecismo de la Iglesia Católica, según el cual «si los medios incruentos bastan para defender las vidas humanas contra el agresor y para proteger de él el orden público y la seguridad de las personas, en tal caso la autoridad se limitará a emplear sólo esos medios, porque ellos corresponden mejor a las condiciones concretas del bien común y son más conformes con la dignidad de la persona humana».48  


lunes, mayo 26

Astutos



"—¿Ves? —dijo Aslan—. No nos dejarán ayudarlos. Han elegido la astucia en
lugar de la fe. Su prisión está en sus propias mentes nada más, y sin embargo están
aprisionados allí; y tan temerosos de que los engañen que no hay cómo sacarlos.

Pero vengan, niños. Tengo otro trabajo que hacer.


Fue hasta la puerta y todos lo siguieron. Levantó la cabeza y rugió: “¡Ya es
tiempo!“; y después más fuerte: “¡Tiempo!”; y en seguida tan fuerte que debe
haber sacudido a las estrellas: “¡TIEMPO!”

La puerta se abrió de inmediato."

LAS CRONICAS DE NARNIA:


LA ULTIMA BATALLA

miércoles, abril 30

Entregadores

Benedicto XVI nos enseño que "la traición de Judas sigue siendo un misterio. Jesús lo trató como a un amigo (cf. Mt 26, 50), pero en sus invitaciones a seguirlo por el camino de las bienaventuranzas no forzaba las voluntades ni les impedía caer en las tentaciones de Satanás, respetando la libertad humana."

Y para ilustrar este misterio también nos recuerda el Santo Padre que "...cuando pensamos en el papel negativo que desempeñó Judas, debemos enmarcarlo en el designio superior de Dios que guía los acontecimientos. Su traición llevó a la muerte de Jesús, quien transformó este tremendo suplicio en un espacio de amor salvífico y en entrega de sí mismo al Padre (cf. Ga 2, 20; Ef 5, 2. 25). El verbo "traicionar" es la versión de una palabra griega que significa "entregar". A veces su sujeto es incluso Dios en persona:  él mismo por amor "entregó" a Jesús por todos nosotros (cf. Rm 8, 32). En su misterioso plan de salvación, Dios asume el gesto injustificable de Judas como ocasión de la entrega total del Hijo por la redención del mundo."


La comparación resulta insólita para nuestras mentes pequeñas.

¿Dios y Judas comparados y para colmo en su papel de "entregadores"?

Podría intentar decir algo sobre esto, pero creo que la prédica, que aquí dejo,  resume todo esto en cuatro minutos y medio mucho mejor de lo que yo podría hacerlo.

miércoles, febrero 26

Aguantando los trapos

Por suerte cesó el bombardeo y podemos pensar un poco. Al menos antes que empiece de nuevo.

Mucho se ha hablado de sencillez, humildad, austeridad y ejemplo respecto de la vestimenta que usa nuestro Papa Francisco.
Incluso se lo hizo calumniando al anterior Sumo Pontífice pues las comparaciones, siempre son odiosas.

Como no podría ser de otro modo, también Santo Tomás de Aquino se ocupó de los trapos.

No que fuera un crítico de moda, por supuesto, pero si, los trapos, importan.


"En las cosas externas que usa el hombre no hay vicio ninguno, a no ser por parte del hombre que las usa inmoderadamente. Esa falta de moderación puede darse de dos modos. En primer lugar, con relación a la costumbre de los hombres con los que se convive. Por eso dice San Agustín en III Confess.: Los delitos contrarios a las costumbres particulares y usos locales deben evitarse en fuerza de esa misma costumbre. Un convenio establecido en una ciudad o en un pueblo, sea por el uso o por ley, no puede ser pisoteado por el capricho de un ciudadano o de un extranjero. Toda parte que se desarticula del cuerpo es deforme.

***

Esta pasión desordenada puede darse de tres formas en lo que se refiere al exceso.

En primer lugar, cuando se busca la vanagloria humana mediante el excesivo ornato en los vestidos y otros objetos. Sobre esto dice San Gregorio en una Homilía: Para algunos no es pecado el uso de vestidos suaves y preciosos. Si realmente no hubiera pecado en ese modo de obrar, no habría Dios descrito al rico que ardía en el infierno vestido de púrpura y seda. Nadie se procura vestidos preciosos, es decir, que excedan la condición de su estado, si no es por vanagloria. En segundo lugar, cuando el hombre busca las delicias de su cuerpo mediante el excesivo cuidado en el vestir, en cuanto que los vestidos son un atractivo para tal goce. En tercer lugar, por la excesiva solicitud empleada en el cuidado del vestido, aunque no exista ningún desorden por parte del fin.

Según estas tres consideraciones, Andrónico asigna tres virtudes al ornato externo. La primera es la humildad, que excluye la intención de vanagloria. Por eso dice que la humildad no se excede en gastos ni en preparativos. La segunda consiste en contentarse con poco, que excluye la intención de regalo. Y dice: El contentarse con poco es el hábito por el que nos contentamos con lo conveniente, y que señala lo que necesitamos para vivir (según lo que dice el Apóstol en 1 Tim: Teniendo alimento y con qué vivir, estemos satisfechos). La tercera es la sencillez que excluye la excesiva solicitud, diciendo que la sencillez es el hábito por el que recibimos las cosas tal como vienen.

El desorden por defecto puede ser, también, doble, según el afecto. 
Primero, por negligencia del hombre, que no pone el cuidado y empeño necesario en usar el ornato externo conveniente. Al respecto, dice el Filósofo, en VII Ethic., que es molicie el dejar que el vestido arrastre por tierra sin levantarlo. En segundo lugar, cuando se ordena a la vanagloria el mismo defecto en el ornato exterior. De ello dice San Agustín, en De Serm. Dom. in Monte: No sólo en el esplendor y pompa corporal, sino en los vestidos más viles y degradantes, se puede buscar vanidad. Y este segundo defecto es más peligroso por presentarse con capa de virtud.Y el Filósofo dice, en IV Ethic., que tanto la superabundancia como la deficiencia desordenada pertenecen al mismo género de jactancia.

sábado, febrero 15

Antinomia total. Tipos incompatibles



Pascal nos dice que hay dos clases de hombres: pecadores que se creen justos y justos que se creen pecadores.
Mediante sus hechos y el perdón que le fue concedido, esta mujer desencadenó el inmenso malentendido que hay respecto de la vieja y la nueva Ley, un malentendido que persiste en la conciencia de muchos bautizados que, por vocación, pertenecen a la Nueva Alianza, y que, sin embargo, por razón de su formación o quizá por una cuestión de reflejos, aún pertenecen a la Antigua.
Son innumerables los cristianos de nuestras parroquias (y se los hallará incluso allí donde hay gente consagrada a la vida religiosa) que aún retienen la noción de una pureza legal que los dispensaría de toda humildad, cuando no de la caridad misma: con tal de que se sientan en paz en lo que a la observancia de reglas externas se refiere y si no por otra cosa, por lo menos que con eso se ganen la aprobación de la opinión pública de los piadosos.
Los del partido de Simón el Leproso son más numerosos que los de María Magdalena.
La antinomia es total, la incompatibilidad entre estas dos razas de hombres es decisiva y no se puede pertenecer a un bando sin enemiga respecto del otro, como se desprende a las claras de muchas de las parábolas de Cristo en que se destaca su dureza con el fariseo y su compasión con los pecadores. Simón el Fariseo se tiene por "puro" y de allí que se convierta en pecador, impenitente porque su pecado consiste en creer que está sin pecado.
María Magdalena se conoce a sí misma, se reconoce, se proclama "impura" y pecadora; y aquí por qué alcanza la fuente de toda pureza.

En esta humildad y en esta contrición encuentra su justificación.


jueves, enero 9

CONTRADICCIONES: El Papa Francisco, el Padre Ignacio y una excomunión

Hace un tiempo nos enteramos que el Papa Francisco había excomulgado a un sacerdote.

¿Excomunión?

Si,

Raro, pero si. Sobretodo teniendo en cuenta que fue tapa de una revista gay como hombre del año



Pero en ese caso, el papa no se limitó como esperaba el destinatario de la pena a suspenderlo a divinis, ni a reducirlo al estado laical, sino que lo excomulgó.

Durísima fue la pena para el sacerdote australiano por fundar un grupo que promovía la agenda gay dentro de la iglesia y no corrigió su conducta pese a haber sido intimado.

Imaginamos que después de su programa de televisión el Padre Ignacio Periés alguien ya le habrá pedido alguna explicación.

Esperamos que el sacerdote sanador rectifique el contenido de sus expresiones y disparates emitidos en ese programa pues, sino, el Santo Padre, se verá obligado a aplicarle la misma pena que al anterior reticente lobbista