El video de católicos rezando en el atrio de la iglesia catedral de Posadas me hizo acordar a otra ocasión, cuando los pastores -ausentes y mudos ante la turba- fueron suplantados por un pobre pecador que reconoció al Buen Pastor.
Dejemos a los pastores obrar como mejor puedan y recemos a San Dimas para que por su intercesión podamos ser dignos de las promesas de Nuestro Señor Jesucristo.

Ves un crucificado, y lo confiesas Dios.
Ves el aspecto de un sentenciado, y publicas su dignidad de rey.
Abrumado de tormentos, pides a la fuente de la justicia que perdone tu maldad.
Ves, aunque oculto, el reino, mas tú olvidas tus maldades públicas, y reconoces la fe de una cosa oculta.
La iniquidad perdió al discípulo de la verdad; la misma verdad, ¿no perdonará al discípulo de la iniquidad?"
San Juan Crisóstomo. Catena Aurea