sábado, septiembre 7

Paz y pacifismo


"El congreso se clausuró en medio de un regocijo generalizado y el gran hombre electo publicó un manifiesto que se iniciaba así: "¡Pueblos de la tierra! ¡Mi paz les doy!" Y concluía diciendo: "¡Pueblos de la tierra! ¡Las promesas se han cumplido! La paz eterna y universal ha sido consolidada. Cualquier intento de perturbarla ahora encontrará una insuperable oposición, porque de ahora en adelante se establece en el mundo un poder central más fuerte que cualquier otro, sea éste individual o todos en conjunto. Este poder invencible y capaz de conquistarlo todo me pertenece a mí, el electo Emperador de Europa y comandante de todas sus fuerzas. El derecho internacional ha establecido finalmente las sanciones ausentes por tanto tiempo. ¡De aquí en adelante, ningún país se atreverá a decir 'Guerra' cuando yo digo 'Paz'! ¡Pueblos de la tierra, paz para ustedes!"

"En el lapso de un año se estableció una monarquía universal en el sentido más propio y exacto de la palabra. Los gérmenes de guerra fueron destruidos desde sus raíces. La Liga de la Paz Universal se reunió por última vez y, dirigiendo un entusiasta elogio al gran pacificador, se disolvió al perder su razón de ser. Iniciado el nuevo año de su reinado, el Emperador universal publicó un segundo manifiesto: "¡Pueblos de la tierra! Os he prometido paz, y os la he dado. Pero la paz es bella solamente si hay prosperidad. Quien en tiempo de paz se ve amenazado por la pobreza no puede ser feliz en medio de la paz. ¡Por tanto, venid ahora a mí todos los que sufren hambre y frío y en mí hallareis comida y calor!"

"…Los pueblos de la Tierra, habiendo obtenido de su señor los beneficios de la paz universal y alimento en abundancia para todos, adquirieron la posibilidad de gozar de los más inesperados milagros y signos extraordinarios. Terminaba así el tercer año del reinado del superhombre."

Vladimir Soloviev

Breve relato del Anticristo