Hace un tiempo nos enteramos que el Papa Francisco había excomulgado a un sacerdote.
¿Excomunión?
Si,
Raro, pero si. Sobretodo teniendo en cuenta que fue tapa de una revista gay como hombre del año
Pero en ese caso, el papa no se limitó como esperaba el destinatario de la pena a suspenderlo a divinis, ni a reducirlo al estado laical, sino que lo excomulgó.
Durísima fue la pena para el sacerdote australiano por fundar un grupo que promovía la agenda gay dentro de la iglesia y no corrigió su conducta pese a haber sido intimado.
Imaginamos que después de su programa de televisión el Padre Ignacio Periés alguien ya le habrá pedido alguna explicación.
Esperamos que el sacerdote sanador rectifique el contenido de sus expresiones y disparates emitidos en ese programa pues, sino, el Santo Padre, se verá obligado a aplicarle la misma pena que al anterior reticente lobbista