lunes, diciembre 12

Encubridor.



En la edición de hoy del diario La Nación dos valientes padres Cristianos dan testimonio de lo que se afirma en el título.

Nos sobra con su afirmación categórica.

Monseñor Alcides Jorge Pedro Casaretto encubrió a quienes debió investigar y castigar por delitos gravísimos.

Hoy goza de su jubilación y se hace atender como un príncipe renacentista por las religiosas de
una abadía.

¿recibirá su castigo en este mundo?

No lo creo.

Aquí el texto de la carta.

El fin de una pesadilla

Hemos leído el artículo sobre los casos de abuso sexual cometidos por Cristian Gramlich, publicado el sábado 3 de diciembre. Nos gustaría ampliar la información por conocer el tema de manera personal. Aún retumban en nuestros oídos las palabras de monseñor Casaretto: "Ustedes pueden confiar plenamente a sus hijos al padre Cristian". Nuestra respuesta fue tan intensa que monseñor nos advirtió que en el caso de seguir con nuestros comentarios a nuestros amigos podríamos ser pasibles de un juicio por calumnias. Esto sucedió en 2005. Pero las denuncias sobre Cristian Gramlich comenzaron en el Colegio Marín en 1998. Ante tal respuesta y con los datos precisos de los casos que estábamos denunciando (que estaban en conocimiento de monseñor Casaretto), nos dirigimos a las autoridades del Colegio Juan XIII, donde asistían nuestros hijos. La respuesta de ellos fue: "No podemos hacer nada, porque la decisión es de monseñor Casaretto. Ya hablamos con él y nos manifestó que no había nada contra el padre Gramlich".
Comunicamos a las autoridades del colegio que nuestros hijos tenían prohibido confesarse con Cristian Gramlich y que informaríamos a las familias de nuestros conocidos de todo lo que sabíamos que estaba sucediendo. En ese entonces seis de nuestros hijos concurrían al colegio. También nos entrevistamos con Cristian Gramlich y le dijimos que tenía prohibido confesar a nuestros hijos. También nos dirigimos al nuncio apostólico, monseñor Bernardini, quien nos expresó su preocupación sobre el tema y que iba a interceder con Casaretto. Sus palabras fueron: "No puede estar al frente de una institución educativa un sacerdote con semejantes denuncias."

Gracias a Dios esta pesadilla, que nos valió el enojo de algunos amigos, finalizó con Cristian Gramlich apartado del ministerio sacerdotal. Pero nos queda el sabor amargo de las actitudes de monseñor Casaretto en la protección de la situación. Todo se pudo encarrilar gracias a la actitud pastoral valiente de monseñor Ojea, quien asumió luego de la jubilación de Casaretto y decidió dar curso a las denuncias que obraban en el Obispado de San Isidro.

Ana María Nalvanti

DNI 12.728.251

Juan María Vassallo

DNI 10.112.020

domingo, febrero 7

Vórtice: Sin vueltas.

http://vorticelibros.blogspot.com.ar

martes, enero 5

Regalo de despedida

Contra conjuros de falsos profetas,

Contra las negras leyes de los paganos,

Contra las falsas leyes de los herejes,

Contra obras y fetiches de idolatría,

Contra encantamientos de brujas, forjas y hechiceros,

Contra cualquier conocimiento corruptor de cuerpo y alma.

Cristo escúdame hoy

Contra filtros y venenos, Contra quemaduras,

Contra sofocación, Contra heridas,

De tal forma que pueda recibir recompensa en abundancia.

Cristo conmigo,

Cristo frente a mí,

Cristo tras de mí,

Cristo en mí, Cristo a mi diestra,

Cristo a mi siniestra,

Cristo al descansar,

Cristo al levantar,

Cristo en el corazón de cada hombre que piense en mí,

Cristo en la boca de todos los que hablen de mí,

Cristo en cada ojo que me mira,

Cristo en cada oído que me escucha.

Me levanto hoy

Por medio de poderosa fuerza, la invocación de la Trinidad,

miércoles, octubre 22

Ignorantes y/o culpables

Informa el CIJ que un juez de la Corte Suprema de Justicia de la Nación fue distinguido con el título de Doctor Honoris Causa por la Universidad Católica de Salta.

La UCASAL así lo anuncia con bombos u platillos.

Desde este rincón queremos recordar a las autoridades de dicha universidad que el Dr, Lorenzetti suscribió varios fallos en los que se reconoce el derecho al aborto o el derecho a abortar y es un celoso guardián del derecho de las víctimas de la violencia sexual a quitar la vida de sus hijos.

No creo que las autoridades de la Universidad desconozcan estas circunstancias

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Gran Canciller
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Rector

En caso de ignorar esta circunstancia, nos encontraríamos frente a un caso -de manual- de ignorancia culpable.

Los perlados mencionados podrían haber recurrido al Instituto de La Familia y la Vida Juan Pablo II para evaluar si el miembro de la corte es merecedor de esta distinción.
 
Quizás su Directora:
Dra. Rosa Zacca
O su 
Secretaria:
Lic. Fanny Arrieta de Peyrote
o su Coordinador de Actividades Académicas:
Mgs. Daniel Torres Jimenez
Incluso alguno de sus Docentes:
Lic. Roxana Laxi de Grosso
Lic. Claudia Ruiz de Morales
o con solo preguntar en el Área de Planificación Familiar Natural y la Consultoría Joven coordinada por María Paula Villagrán Macías


Estos pastores se hubieran enterado que el Dr. Lorenzetti ordenó "a las autoridades de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, con carácter urgente, que ante el pedido de realizar el aborto no punible de que se trata, deberán proceder a la práctica con prescindencia de la resolución judicial que suspendió su realización." (sic)

O también podrían haber recordado que está penado con la excomunión "el procurar o participar en un aborto o la cooperación necesaria para que un aborto se lleve a cabo (CIC 2272, Ley Canónica 1398).

Pero...

... nada, nada

No dije nada.

lunes, octubre 13

De lobos y pastores contra los perros guardianes

Hace tiempo conocí el Opus Dei

Poco tiempo después conocí a Monseñor Rogelio Livieres.

Mas tarde, me contaron una fábula que consideré exagerada a primera oída.

Pero pasaron las décadas y la volví a oír. Esta vez entendí cuán premonitoria resultó la historia del Pastor que mató al perro guardián creyéndolo lobo.

Vaya aquí una adaptación impertinente, pero necesaria

¿Cuando un perro guardián odia a los lobos e incluso los mata, es traidor a su casa?

Parece claro que no, pero ¿por qué el Pastor no se aplica a defenderlo, aunque se haya puesto cerril?


Muy simple, no confiaba en su triunfo, preveía el triunfo de los lobos. Y entonces empezó a negociar con los lobos, les dio una “media palabra”. Y claro, como el perro guardián se había hecho cerril, desconfiando de la palabra del Pastor, éste pudo decir sin falsedad manifiesta: “ése no es de los nuestros”.


Y así es que cuando el perro guardián cerril cayó,  fue despedazado los lobos comenzaron a avanzar sobre el rebaño, vestidos ahora con piel de oveja, y llevando en alto los despojos del guardián cerril.


Todavía había perros guardianes que vigilaban fuera de los límites del redil. Pero a cada gruñido de cualquiera de los perros guardianes que quedaban con vida, y que guardaban aún el olfato para distinguir al lobo bajo la piel de oveja, agitando los despojos del perro cerril, propalaban los lobos: “éste es el lobo, y todo aquel que se parezca a él es lobo”.



Y el Pastor —como todo aquel que, habiendo traicionado una vez, sigue traicionando— hacía coro a las voces de los lobos. Y añadía: “todo el que parezca oveja, es oveja”. Todo el que tenga olor a oveja es oveja y es pastor.

Y uno a uno, en una sucesión que coincidía con su parecido decreciente al guardián cerril, fueron cayendo los guardianes. Y simultáneamente con la caída progresiva de los guardianes, cada vez menos parecidos al primer traicionado —y por eso también, menos carniceros, menos aptos para la lucha— los lobos iban descubriéndose de la piel embaucadora. Cada vez parecían menos verdaderas ovejas, cada vez se manifestaba mejor su naturaleza de lobos.


Pero el Pastor —como aquel que, habiendo traicionado una vez, ya sigue traicionando— gritaba con más fuerza: “¡Todo aquél que se parezca a aquel primero, por poco que sea, es lobo; y todo aquel que parezca oveja, por poco que sea, es oveja”. Y debilitando así las defensas de los guardianes, ayudó el Pastor a eliminar a los que eran defensas del rebaño.

Y el rebaño está hoy amontonado en una esquina del redil, adonde ya ha entrado el Lobo, y se arremolina desorientado, acoquinado, espantado ante la mirada del Lobo, que ahora se muestra impúdicamente.
Y se prepara para el asalto y la carnicería, para el destrozo de las almas.
¡Ay del rebaño!
¡Ay, Pastor, a quien se pidió amor a las ovejas! ¿Volverás a apacentar?
Oye, al menos hoy, a tu Maestro, y “una vez convertido, confirma a tus hermanos”: denuncia al Enemigo.

lunes, septiembre 29

Sin centro.



"La figura de la cruz puede ayudar a comprender la diferencia que existe entre el complementarismo y la oposición: hemos visto que la vertical y la horizontal podían tomarse como representando dos términos complementarios; pero, evidentemente, no se puede decir que haya oposición entre el sentido vertical y el sentido horizontal. Lo que representa claramente la oposición, en la misma figura, son las direcciones contrarias, a partir del centro, de las dos semirectas que son las dos mitades de un mismo eje, cualquiera que sea este eje; así pues, la oposición puede considerarse igualmente, ya sea en el sentido vertical, ya sea en el sentido horizontal. Se tendrán así, en la cruz vertical de dos dimensiones, dos parejas de términos opuestos formando un cuaternario; será la misma cosa en la cruz horizontal, cada uno de cuyos ejes puede considerarse como relativamente vertical, es decir, como desempeñando el papel de un eje vertical en relación al otro,...

Si no se considera más que la cruz horizontal, el eje vertical está representado en ella por el punto central mismo, que es donde el eje en cuestión encuentra al plano horizontal; así pues, todo plano horizontal, que simboliza un estado o un grado cualquiera de la existencia, tiene en este punto que puede llamarse su centro (puesto que es el origen del sistema de coordenadas al que todo punto del plano podrá ser referido) esa misma imagen de la inmutabilidad....

El centro de la cruz es pues el punto donde se concilian y se resuelven todas las oposiciones; en este punto se establece la síntesis de todos los términos contrarios, que, ciertamente, no son contrarios más que según los puntos de vista exteriores y particulares del conocimiento en modo distintivo.

René Guénon
EL SIMBOLISMO DE LA CRUZ
(1931)

sábado, agosto 9

Trabajo infantil



¿Acaso no es evidente que es necesario mucho empeño, mucho ahínco, para acceder a la verdad en materia religiosa? Y, por otra parte, ¿no resulta habitual que aquellos que disponen de mayores talentos intelectuales se inclinan a dispensarse del necesario trabajo y se ven más tentados de indolencia? 
¿No lo vemos acaso en el caso de los niños——que cuando más inteligentes, son más perezosos precisamente porque confían en su propia habilidad y capacidad de comprensión?
Y sin embargo, por cierto que en el mundo esto resulta continuamente olvidado. En cierta medida esto se olvida incluso entre los mejores cristianos ya que ningún hombre busca averiguar cuál es la Voluntad de Dios y seguirla con un empeño que esté a la altura de la empresa, con un ahínco a la medida de la importancia de su objeto. Pero, por no caer en rigorismos, consideremos por un instante con cuanto afán los hombres por lo general se abocan a obtener los bienes de este mundo; y comparémoslo con la intensidad con que buscan conocer la verdad de la palabra de Dios. 
Innegablemente entonces, así como Dios nos dice que El no se revela sino a quién lo busca, del mismo modo tan cierto es esto que si no ponemos mayor afán en buscarlo a Dios es precisamente porque esta verdad no nos ha hecho mella.
No hay ilusión más extendida que ésta de que obtendremos conocimientos religiosos naturalmente, sin tomarnos demasiado trabajo.
Aunque no hay arte o negocio de este mundo que se pueda aprender sin tiempo y esfuerzo, sin embargo comúnmente se cree que el conocimiento de Dios y de su Voluntad nos será revelado como por accidente o por un proceso natural.
Los hombres se comportan según sus sentimientos e inclinaciones; se dejan guiar por aquello que está de moda o que está más al alcance de la mano. 
Les parece gran cosa si de vez en cuando tienen pensamientos serios, si de vez en cuando abren la Biblia; y con gran satisfacción rememoran aquellas ocasiones como si hubiesen hecho una gran cosa sin recordar jamás que buscar y obtener verdades religiosas requiere un trabajo largo y sistemático. 
Y luego están aquellos otros que creen que la educación lo hará todo por ellos, y que si aprenden a leer y a utilizar palabras religiosas, comprenderán qué cosa es la religión. Y más aun, hay quienes sostienen que no es necesario esfuerzo alguno para acceder a la verdad. 
Dicen que la verdad religiosa es sencilla y fácil de adquirir; que las Escrituras, habiendo sido destinada a todos, resultan igualmente fáciles de aprehender por todos, que no tiene dificultades y que si las tuviera no sería Palabra de Dios para todos. 
Por último hay quienes admiten que sí hay dificultades en religión y que justamente eso demuestra que resulta indiferente el que uno se ponga o no a tratar de desentrañar esos peliagudos asuntos.
De estas y de otras maneras los hombres se engañan en esta materia dejándose llevar por la dejadez.

J. H. Newman