jueves, octubre 11

Apacienta a mis ovejas

El video de católicos rezando en el atrio de la iglesia catedral de Posadas me hizo acordar a otra ocasión, cuando los pastores -ausentes y mudos ante la turba- fueron suplantados por un pobre pecador que reconoció al Buen Pastor.

Dejemos a los pastores obrar como mejor puedan y recemos a San Dimas para que por su intercesión podamos ser dignos de las promesas de Nuestro Señor Jesucristo. 


"El buen ladrón predicaba a los presentes, reflexionando sobre las palabras con que el otro increpaba al Salvador. Pero cuando vio que estaban endurecidos sus corazones, se volvió hacia Aquél que conoce los secretos de la conciencia. Prosigue: "Y decía a Jesús: Señor, acuérdate de mí cuando vinieres a tu reino".
Ves un crucificado, y lo confiesas Dios.
Ves el aspecto de un sentenciado, y publicas su dignidad de rey.
Abrumado de tormentos, pides a la fuente de la justicia que perdone tu maldad.
Ves, aunque oculto, el reino, mas tú olvidas tus maldades públicas, y reconoces la fe de una cosa oculta.
La iniquidad perdió al discípulo de la verdad; la misma verdad, ¿no perdonará al discípulo de la iniquidad?"

San Juan Crisóstomo. Catena Aurea