martes, agosto 26

Serpiente y paloma


Dos cosas son necesarias para los que son enviados como ovejas en medio de lobos: la sabiduría de la serpiente y la simplicidad de la paloma.

Vemos que, así como la naturaleza a veces hace a un animal como compuesto de dos, teniendo de uno la insidia y de otro la mansedumbre; y así lo insidioso se modera con la mansedumbre, como vemos en el (gugulus), que se compone del gavilán (sparverius) y la paloma; el gavilán caza las aves pequeñas y las devora, lo cual se da en menor escala en el gugulus, que no caza las aves, sino que busca los huevos y los come, poniendo en su lugar los suyos, y así en la época de nidificación, las aves pequeñas luchan contra él. Así hace el Señor: con elementos diversos construye algo, de modo que toma lo bueno de uno y de otro y los modela uniéndolos en uno solo, y así, para que la prudencia de la serpiente no se vuelva astucia, sino que se mantenga en la provisión del bien, lo une a la simplicidad de la paloma. Por esto la prudencia de la serpiente permanece siendo prudencia, y no se convierte en astucia, que se refiere al mal. La prudencia de la serpiente es tal, que sagazmente conoce y elige aquellas cosas con las cuales humildemente o más bien arrastrándose (serpendo) se dirige a tomar el antídoto contra el veneno de la antigua serpiente.


Alberto Magno.Tomado de Guía de contemplativos